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Paso de nudo con víctima: 6 soluciones técnicas

El paso de nudo con víctima durante un rescate sobre cuerdas es una maniobra que se enseña en los cursos de los principales estándares formativos de acceso por cuerda: IRATA y ANETVA, sin ir más lejos, lo incluyen en sus cursos de nivel 3.

Sin ser un ejercicio excesivamente complejo, sí que requiere prestar atención a una serie de matices que pueden convertir una sencilla maniobra cuando es ejecutado en un entorno controlado (por ejemplo, un centro de formación) en una trampa peligrosa si intentamos trasladar sin variaciones esas técnicas a la realidad del día a día.

Paso de nudo, IRATA L3 Rescue

En este artículo hemos recopilado 6 técnicas que dan solución a la problemática planteada, cada una con sus ventajas e inconvenientes. No es propósito del presente texto sentar cátedra sobre la única o mejor opción a la hora de encarar esta situación ni tampoco abarcar todas las técnicas aplicables a los escenarios planteados; muchos de los pasos descritos en las diferentes maniobras son (y deben ser) objeto de debate y discusión y pueden ser considerados aceptables, seguros o peligrosos según a quién se pregunte. Las técnicas descritas aquí representan por tanto únicamente las opiniones de un pequeño grupo de apasionados de los trabajos verticales basadas en su experiencia. Y por supuesto, este artículo nunca será sustitutivo de un curso de formación.

Nudo en las cuerdas, WTF

La mayoría de las técnicas descritas a continuación presuponen la presencia de un nudo en cada una de las cuerdas del sistema, ambos a la misma altura. No entraremos a debatir los motivos de dicho planteamiento (esta situación no debería darse nunca con una correcta planificación), pero lo recogemos aquí por ser el más desfavorable y el que se propone habitualmente en los cursos de los principales estándares formativos.

Son varios los motivos que pueden explicar la presencia de un nudo en una o en las dos cuerdas del sistema. El primero y más probable es que nos encontremos con un daño en la cuerda durante el descenso. En este caso, la mejor opción consiste en aislar el daño, por ejemplo haciendo un nudo de mariposa que deje el tramo dañado en la coca del mismo -que es un segmento de cuerda inactivo.

Otro motivo sería la necesidad de unir dos cuerdas por no disponer de cuerdas suficientemente largas. Sí, se trata de un grosero error de planificación (¿para qué está el análisis de riesgos?) que aún puede agravarse si además el supervisor de turno ha decidido empalmar las cuerdas exactamente a la misma altura (wtf de libro :)). Aún así, éste es el escenario más habitual durante las acciones formativas y por ello el que planteamos a continuación.

Nudo en la cuerda de descenso únicamente

1. Cambio de cuerda

La solución más sencilla si nos encontramos con un nudo en la cuerda de descenso y la cuerda de seguridad corre libre (sin nudos) hasta el suelo es cambiarnos a ésta última. Para ello bastará con colocar un segundo descensor en esta cuerda y transferir el peso de una cuerda a otra.

Ahora bien, esta técnica tiene una importante limitación: sólo es efectiva si se ha planificado previamente, es decir, si ya sabemos de antemano que hay un nudo en la cuerda que deberemos sortear. En el caso más desfavorable de que nos encontremos con un daño en la cuerda que nos obligue a aislarlo mediante nudo, lo más probable es que, en el mejor de los casos, lo detectemos cuando ya estemos encima de él (probablemente con la mano que va controlando la cuerda), es decir, a una distancia de no más de 1 metro. En este caso, si la distancia entre nuestro descensor y el anclaje de cabecera es importante, corremos el riesgo de quedarnos atrapados en el nudo a mitad de maniobra de cambio de cuerda.

Paso de nudos training

Explicación: teniendo en cuenta que el coeficiente de alargamiento de las cuerdas bajo norma EN 1891 A (las utilizadas en acceso por cuerda en Europa) puede alcanzar, por normativa, hasta un 5% de la longitud de la cuerda sometida a esfuerzo (el tramo en tensión), para poder completar la transferencia de masas de una cuerda a otra (y así poder sacar la cuerda del descensor una vez finalizada la maniobra), la distancia entre nuestro descensor y el nudo deberá ser de al menos del 5% de la distancia que separa el descensor de la cabecera del sistema (el anclaje).

Veamos un ejemplo. Si nos encontramos a 50 metros de la cabecera y el nudo que queremos pasar se encuentra a 1 metro de nuestro descensor nos será muy difícil completar la maniobra porque la cuerda a la que nos estamos cambiando se alargará 2,5 metros (5% de 50 metros) a medida que vayamos transfiriendo nuestro peso (y el de la víctima) a ella y por tanto el nudo acabará empotrado en nuestro descensor antes de finalizar la maniobra. La única manera de evitarlo sería polear en la cuerda destino hasta recuperar todo el «chicle» de la cuerda, lo que resultaría engorroso/agotador. Es por ello que es imprescindible tenerlo en cuenta cada vez que, para sortear un nudo, elijamos una técnica que implique el cambio hacia una cuerda sin tensión.

Secuencia

1. Localizar el nudo y comprobar que tenemos suficiente distancia para completar la maniobra.

2. Colocar un segundo descensor en la cuerda de nuestro anticaídas.

3. Iniciar transferencia de una cuerda a otra y a mitad de maniobra cambiar el anticaídas a la cuerda que tiene el nudo.

4. Descender hasta que el anticaídas se sitúe a la altura de nudo, colocar un segundo anticaídas (el de la víctima por ejemplo) en nuestra anilla esternal y conectarlo a la cuerda por debajo del nudo.

5. Retirar el primer anticaídas y seguir con el descenso.

NOTA: en las siguientes maniobras omitiremos a propósito la descripción del paso del nudo con el anticaídas por ser idéntico en todos los ejercicios descritos.

Nudos en ambas cuerdas

2. Ajuste de nudos

En esta situación, una solución sencilla consiste en desplazar el nudo de la cuerda de seguridad hacia arriba de manera que podamos cambiarnos a dicha cuerda como en la maniobra anterior. Para ello bastará con realizar un nuevo nudo (por ejemplo mariposa) o ajustar el existente de manera que queden a alturas diferentes.

Al igual que en el ejemplo anterior esta maniobra tiene serias limitaciones en situaciones reales donde las distancias entre nudo y cabecera son importantes, por lo que sólo la elegiremos teniendo en cuenta las consideraciones descritas más arriba.

Paso de nudos: ajuste de nudos

Secuencia

1. Detener el descenso a una distancia equivalente al 5% de la distancia entre nuestro descensor y el anclaje de cabecera.

2. Ajustar el nudo existente o realizar uno nuevo de manera que el obstáculo (nudo a saltar) quede a la altura de nuestro descensor.

3. Repetir la secuencia de la maniobra anterior desde el punto n.º 3.

3. Bypass

Esta solución es adecuada independientemente de la distancia a cabecera, pues las transferencias de carga se realizan sobre la misma cuerda (la de trabajo) y por tanto ésta nunca a llega a perder tensión, evitando por tanto los problemas de estiramiento o “chicleo” que se dan en los dos ejemplos anteriores. Para ello, se realiza un pequeño fraccionamiento de unos 30 centímetros sobre la cuerda de trabajo con ayuda de un bloqueador.

Paso de nudo, bypass

Secuencia

1. Detener el descenso a una distancia de entre 50 centímetros (mínimo para no quedarnos atrapados en la comba a mitad de transferencia) y un metro del nudo.

2. Hacer un nudo de ocho justo debajo del nudo que queramos saltar y conectarlo al bloqueador previamente instalado sobre la misma cuerda (la de trabajo) de manera que quede una pequeña comba o fraccionamiento de unos 30 centímetros.

3. Colocar un segundo descensor en el tramo de la comba que va al suelo, tensar todo lo posible la cuerda (no hacerlo puede provocar que nos quedemos atrapados en la comba) y transferir el peso de un descensor a otro. Ojo aquí con conectar el mosquetón del segundo descensor tanto a nuestra anilla ventral como al mosquetón que nos une con la víctima.

4. Pasar el nudo con el anticaídas y descender al suelo.

Inconvenientes

Los detractores de esta técnica destacan dos inconvenientes: por un lado, que acorta ligeramente la longitud de la cuerda, pudiendo plantear el problema de que ésta se quede demasiado corta y no llegue al suelo. Por otro, requiere del uso de un bloqueador adicional; lo habitual en acceso por cuerda es que sólo contemos con nuestro bloqueador de mano, un dispositivo con leva dentada que puede resultar agresivo para la cuerda con cargas elevadas como las que se dan en un rescate. Es más, todos los fabricantes especifican en sus instrucciones una carga máxima de trabajo, que por lo general suele ser inferior a la que suman víctima y rescatador (en el caso de Petzl, por ejemplo, es de 140 kg.).

Paso de nudo con fraccionamiento
Paso de nudo con la técnica del ajuste de nudos durante un examen de IRATA. ©Carlos Jiménez / Mucho Vertical

Sus defensores, en cambio, argumentan respecto al primer inconveniente que es poco realista pensar que acortar la cuerda menos de 1 metro tenga como consecuencia que ésta no llegue al suelo. Respecto al uso de bloqueadores con levas dentadas, defienden que es una técnica perfectamente aceptable teniendo en cuenta, por ejemplo, que los propios fabricantes contemplan la posibilidad de desbloquear a una víctima usando la técnica de contrapeso/balanceo (rescatador coloca estribo en arnés de víctima, lo pasa por mosquetón conectado a puño y carga su peso sobre el estribo), lo que equivale a cargar el peso de ambos sobre el bloqueador de puño, (Petzl incluso recomienda esta técnica en sus famosas ilustraciones).

4. Posicionador

Si disponemos de un elemento de amarre regulable desembragable bajo tensión (Petzl Grillon) podemos sortear el nudo sin necesidad de montar un fraccionamiento con la misma cuerda por la que estamos descendiendo, como ocurre con el bypass. Para ello bastará con conectarlo a la cuerda de progresión mediante un bloqueador como en la técnica anterior y cambiarnos a este dispositivo, descender unos centímetros hasta situarnos por debajo del nudo para después volver a cambiarnos a la cuerda de trabajo.

Al igual que en el caso anterior, esta técnica no está exenta de polémica (qué sería el acceso por cuerda sin polémicas! :)); los principales argumentos en contra son la ya mencionada sobrecarga del bloqueador en caso de que éste sea dentado y, sobre todo, el uso por dos personas de un elemento de amarre regulable cuyas instrucciones de uso no contemplan su uso en situaciones de rescate.

Por supuesto, existen soluciones para contrarrestar los citados inconvenientes; ANETVA, por ejemplo, exige que estemos conectados en todo momento a al menos un descensor convencional (es decir, certificado EN 12841 C y EN 341 en Europa) durante todo el desarrollo de la maniobra; esto en la práctica supone estar, en un momento dado, conectado al descensor por encima del nudo, al elemento de amarre regulable y a otro descensor por debajo del nudo: en el hipotético caso de que fallara el elemento de amarre regulable tras haber retirado el descensor de encima del nudo estaríamos cubiertos por el segundo descensor instalado previamente por debajo del nudo.

Siendo una maniobra segura, desde mi punto de vista supone rizar excesivamente el rizo y mi experiencia es que añade complicación a la maniobra al tener que manejar 3 reguladores de cuerda conectados simultáneamente a nuestra anilla ventral y a la conexión corta de la víctima.

Paso de nudo, Grillon

Secuencia

1. Detener el descenso a una distancia de entre 20 y 30 centímetros del nudo.

NOTA: Aquí es crucial acertar con la distancia respecto al nudo: demasiado alto, y no podremos recuperar el bloqueador al quedar fuera de nuestro alcance una vez hayamos pasado el nudo; demasiado bajo, y acabaremos atrapados en el nudo antes de haber transferido toda la carga al elemento de amarre.

2. Colocar un bloqueador en la cuerda de trabajo lo más cerca posible de nuestro descensor teniendo en cuenta las consideraciones descritas sobre estas líneas.

3. Conectar el extremo de la cuerda del elemento de amarre regulable a ese bloqueador y el otro extremo (el regulador) a nuestra anilla ventral prestando atención a conectar también el mosquetón de la conexión corta que nos une a la víctima. Tensar todo lo posible la cuerda del elemento de amarre.

4. Transferir nuestro peso y el de la víctima al elemento de amarre hasta que el descensor con el que veníamos bajando pierda toda tensión.

5. Retirar la cuerda de ese descensor y conectarlo de nuevo a la cuerda, esta vez por debajo del nudo, lo más pegado posible a éste.

6. Transferir nuestro peso del elemento de amarre al descensor recién colocado, recuperar el bloqueador con el elemento de amarre, y continuar con el descenso tras haber pasado el nudo en la cuerda de seguridad.

5. Posicionador sólo para víctima

Existe una variante interesante de esta técnica que consiste en suspender únicamente a la víctima del elemento de amarre regulable, evitando de este modo sobrecargar el bloqueador con el peso de dos personas. El rescatador, una vez liberado del peso de la víctima, sólo tiene que pasar el nudo como en una maniobra de progresión normal para después volver a transferir a la víctima a su arnés y continuar con el descenso. No obstante, conviene recordar que presenta el mismo inconveniente que el resto de técnicas que consisten en transferir el peso de una cuerda a otro cuando la distancia hasta la cabecera supera los 20 metros: la elasticidad de la cuerda.

Paso de nudo, sólo victima

Secuencia

1. Detener el descenso a unos 50 centímetros del nudo.

2. Colocar un bloqueador en la cuerda de seguridad y conectar el extremo de la cuerda del elemento de amarre regulable a ese bloqueador y el otro extremo (el regulador) a la anilla esternal de la víctima.

3. Activar nuestro descensor de modo que la víctima se quede suspendida del elemento de amarre.

4. Retiramos la conexión corta de la víctima pero mantenemos la conexión larga (cowtail). De este modo la víctima está suspendida a dos puntos: elemento de amarre y conexión larga.

5. Ya liberados del peso de la víctima, pasamos el nudo de nuestra cuerda de trabajo en descenso.

6. Activamos el regulador del elemento de amarre y volvemos a transferir la víctima a nuestro arnés.

6. Víctima atrapada en en el nudo

Por último, una de las situaciones con las que nos podemos encontrar es con la de un compañero atrapado en un nudo durante un descenso. Esto puede ocurrir bien por agotamiento físico, bien por tener poca experiencia o bien por ambas cosas a la vez.

© Carlos Jiménez / Mucho Vertical

De nuevo, existen diferentes métodos para solventar esta situación, aunque en este artículo nos centraremos en la técnica que consiste en liberar a la víctima de su descensor tratando este último como si fuera un bloqueador de pecho.

La principal dificultad de esta maniobra reside en elegir bien la altura a la que el rescatador se va a posicionar sobre la cuerda de seguridad de la víctima (recordemos que estamos realizando todos los rescates sobre las mismas cuerdas de la víctima y que por consiguiente accedemos a ella a través de su cuerda de seguridad). Dependiendo de la altura a la que se encuentre el nudo en la cuerda de seguridad (seguimos asumiendo que tenemos un nudo en cada cuerda a aproximadamente la misma altura) nos situaremos por encima o por debajo de éste. En este artículo hemos elegido la situación más desfavorable, es decir, el nudo está a la misma altura o ligeramente por debajo de la víctima, lo que nos va a obligar a saltar el nudo de su cuerda de seguridad para situarnos a su altura.

Secuencia:

1. Ascender hasta el nudo por la cuerda de seguridad de la víctima.

2. Con ayuda de un bloqueador, realizar un fraccionamiento o bypass como en la maniobra nº3.

3. Colocar un segundo descensor a la cuerda del bypass que va al suelo y transferir nuestro peso a él obteniendo así una doble ventaja: seguimos estando conectados a una cuerda que llega al suelo sin obstáculos a la vez que hemos conseguido ganar altura para situarnos al nivel de la víctima. A partir de aquí la maniobra de desbloqueo es similar a la que realizamos cuando desbloqueamos a una víctima de su bloqueador de pecho.

4. Colocamos un segundo anticaídas en la cuerda de trabajo de la víctima por encima del nudo evitando así que ese anticaídas se encuentre por debajo de nosotros, en situación de factor de caída superior a 1.

5. Nos unimos a la anilla ventral de la víctima con nuestro elemento de amarre o cowtail y a su anilla esternal mediante una cadena de dos o tres mosquetones. Esta cadena de mosquetones irá conectada al mosquetón de nuestro descensor.

6. Conectamos un bloqueador por encima del descensor de la víctima, y la desbloqueamos con la técnica de contrapeso con estribo.

7. Retirar el descensor de la anilla ventral de la víctima y transferir su peso a nosotros liberando poco a poco nuestro peso del estribo.

8. Una vez con la víctima suspendida de nosotros, sólo nos queda volver a saltar el nudo con nuestro anticaídas y seguir con el descenso.

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Por Héctor del Campo

Supervisor IRATA L3, supervisor, instructor y examinador ANETVA. Soy consultor externo y actualmente trabajo como supervisor IRATA en proyectos de eólica marina de reparación de palas.

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