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Review: ISC D4 Pro

[GTranslate]ISC D4 Pro

ISC Wales saca al mercado la versión Pro de su conocido D4, un descensor que destaca por su robustez, calidad de fabricación y, en esta nueva versión, una mejorada comodidad de uso. Lo hemos puesto a prueba en situación real y estas son nuestras conclusiones.

Probar un dispositivo nuevo por primera vez siempre es una experiencia estimulante: tienes que abordar la prueba con un espíritu crítico pero objetivo, diferenciar entre las cualidades intrínsecas del producto y tus preferencias personales adquiridas por la fuerza de la costumbre (¡los cambios siempre exigen un esfuerzo!), y sobre todo estar dispuesto a aceptar el resultado independientemente de las expectativas iniciales: te gustará mucho, poco o te dejará indiferente. En el caso del D4 Pro nos ha gustado mucho y vamos a explicar por qué.

Ficha técnica

Modelo: D4 Pro
Marca: ISC (International Safety Components)
Tipo de dispositivo: descensor de trabajo y rescate
Cuerdas compatibles: EN 1891 A, ∅10,5mm – 11,5 mm
Carga max antes de deslizamiento: 5 kN
Carga max de trabajo: 240 kg
Carga de rotura: 16 kN
Uso con 2 personas:
Antipánico: no
Certificaciones: CE EN 12841 C; NFPA 1983 (2017 ED)
Material de fabricación: Aluminio anonizado (cuerpo y palanca) y acero inoxidable (leva)
Peso: 676 g

En mano

ISC D4 Pro

Digámoslo directamente: lo primero que sorprende al coger el D4 Pro en la mano es su peso: 676 gramos de acero y aluminio. No es que sea demasiado —y en cualquier caso esto sólo adquiere cierta relevancia cuando lo llevas colgando del portamaterial—, pero si estás acostumbrado a trabajar con otros descensores (El D4 lanzado hace unos años tiene un peso similar) notarás una diferencia de entre 100 y 150 gramos.

Claro que esa diferencia de peso al alza en relación a sus competidores no es accidental sino consecuencia del enfoque que el fabricante ha querido dar a este descensor: máxima calidad de fabricación y máxima durabilidad. Porque, una vez superada la sorpresa inicial del peso, lo que llama la atención —y mucho— es el excelente acabado del conjunto.

Aquí no encontrarás ni una sola pieza de plástico: ni gatillos o botones que se atascan (…) ni palancas de dudoso plástico; sólo acero y aluminio con un propósito claro: robustez y durabilidad.

El D4 Pro monta unos platos de 4 mm de grosor, suficiente como para evitar que éstos lleguen a doblarse o cojan holgura si los dejamos abiertos accidentalmente. El mecanismo de abertura de los platos es mediante botón de aluminio ubicado en el centro del plato: estos se abren con una simple pulsación, aunque el diseño del agujero de conexión al mosquetón impide que se abra cuando el dispositivo tiene carga.

Como nota negativa de este diseño decir que si el mosquetón llega a rotar dentro de dicho agujero de conexión (maniobras en las que el dispositivo pierde tensión y vuelve a recuperarla, por ejemplo en cambios de dirección), éste puede llegar a trabarse, lo que, sin ser grave, puede resultar molesto.

En cuanto a la palanca, diré que es la mejor que he probado hasta ahora: tiene un buen tamaño, incluso si trabajamos con guantes, ofrece una rigidez excepcional y una sensación de robustez inigualable. Buen trabajo aquí de ISC.

ISC D4 Pro

Concepto Pro

En primer lugar aclaremos cuál es el concepto del D4 Pro. A diferencia del D4 “normal”, la versión Pro no cuenta con función antipánico. Y, preguntaréis, ¿qué ventajas puede ofrecer un dispositivo que carece de antipánico si ya de entrada es objetivamente menos seguro? Además, ¿no estaría fuera de norma?

En realidad, este tipo de aparatos, al prescindir de esta función, ganan por un lado lo que pierden por otro: pierden la seguridad extra que aporta el antipánico (aún cumpliendo de sobra con los requisitos de la norma EN 12841 C) pero mejoran notablemente la experiencia de uso, especialmente en tiradas largas, ascensos cortos por cuerda y trabajo en planos inclinados. Hablaré de esto más adelante.

 

ISC D4 PRO

Debido a ello, estamos ante un dispositivo orientado a usuarios experimentados. Y así lo recomienda el propio fabricante, algo que ya habíamos visto en Petzl con su modelo Rig —otro descensor sin antipánico—. No es, pues, un descensor indicado, por ejemplo, para centros de formación o trabajadores con poca experiencia (personalmente en estos casos siempre recomendaré un descensor con función antipánico).

Descenso

ISC D4 Pro

Pudimos probar el D4 Pro tanto en descensos cortos en un entorno controlado como en tiradas de 90 m en situación real. Probar un descensor en tiradas medias-largas siempre es un buen test para buscar sus límites: en estos casos el peso de la cuerda inactiva puede ser relativamente elevado (entre 6 y 8 kg en esta prueba), lo que suele dificultar la maniobra de descenso en algunos dispositivos.

En efecto, la principal dificultad a la hora de utilizar un descensor en estas condiciones es encontrar el punto exacto en el que la palanca nos permite hacer un descenso controlado, lo que en inglés se denomina sweet spot: el peso de la cuerda nos obliga a tirar de la palanca con más fuerza de la habitual e incluso a quitarle peso a la cuerda inactiva, lo que tiene como consecuencia que, o bien no tiramos lo suficiente y no conseguimos bajar, o bien tiramos demasiado y nos salta el antipánico (algo que puede resultar engorroso) o, en dispositivos sin antipánico, bajamos demasiado deprisa y sin control (peligroso).

Iniciamos, pues, el descenso e inmediatamente nos damos cuenta de que el D4 Pro se encuentra perfectamente cómodo en estas condiciones. Y esto lo consigue por tres motivos:

  1. Una palanca de aluminio de grandes dimensiones
  2. La ausencia de función antipánico que no interfiere en la maniobra
  3. Un diámetro de leva que ofrece bastante superficie de rozamiento (algo de lo que, por ejemplo, adolecía la primera generación del RIG y que hacía que muchos usuarios prefirieran el funcionamiento del ID).

ISC D4 Pro

A medida que vamos descendiendo, el peso de la cuerda disminuye y el aparato entra en su zona de confort: su funcionamiento es tan suave como cabría esperar.

Llega el momento de detenerse y soltar la palanca. Sorprende que si la soltamos de golpe, ésta vuelve automáticamente a su posición de bloqueo, algo que ya funcionaba a las mil maravillas en el RIG de Petzl. Por desgracia, este retroceso automático no se produce si soltamos la palanca suavemente: en este caso se queda simplemente abierta como en un ID por ejemplo, ya que al igual que este último y al contrario del RIG o del CT Sparrow, no cuenta con retroceso automático, algo que se hubiera agradecido.

Reiniciamos el descenso y nos disponemos a aterrizar en el suelo, momento de comprobar cómo se comporta con poca carga. Al igual que el D4, el Pro permite liberar la tensión de la cuerda en situaciones de poca carga (aterrizaje, planos inclinados) pulsando la leva con el pulgar. Pero ojo, esto sólo es posible si la carga sobre la cuerda es realmente ligera, algo que podía resultar un poco más difícil con el D4 y su antipánico. En el caso del Pro es muy sencillo: sabes que puedes empezar a usar la leva con el pulgar cuando ya no consigues liberar tensión con la palanca. Así de simple :).

Otro modo de conseguir lo mismo en maniobras de aterrizaje es, una vez tenemos los pies en el suelo, tirar de la palanca y empujar el aparato hacia abajo/adelante simultáneamente para deshacerse de toda la tensión de la cuerda y poder así abrir el plato para sacar la cuerda. Funciona bastante bien.

Ascenso

Probamos el D4 Pro tanto añadiendo un mosquetón/polea al bloqueador de mano para montar un polipasto 2:1 como tirando directamente de la cuerda inactiva una vez subidos al estribo. En el caso del polipasto funciona como cabría esperar (esta configuración no suele dar problemas a los descensores actuales) mientras que en la segunda configuración el comportamiento es excelente: al no tener leva antierror (como en un ID, por ejemplo), no corremos el riesgo de que la cuerda se enganche en dicha leva si nos subimos demasiado pronto al estribo (los que hayáis usado alguna vez el ID sabéis a qué me refiero).

Como ya ocurría con el RIG, la maniobra de ascenso es comodísima y podemos recuperar cuerda fácilmente incluso si estamos totalmente incorporados en el estribo con la cuerda haciendo comba y el aparato sin tensión.

Aseguramiento a un primero de cuerda

Asegurar a un primero de cuerda es otra de las maniobras que, aunque menos frecuente, se puede dar en trabajos verticales. Se suele utilizar en progresiones verticales en artificial por paramentos y estructuras.

La clave en estas maniobras es que el aparato permita dar cuerda al primero de cuerda de manera rápida y fluida, especialmente durante los chapajes (colocación de la cuerda por los mosquetones de los anclajes a medida que va subiendo). En el caso del D4 Pro funciona perfectamente: basta con colocar el pulgar en la leva (hay una zona prevista para ello) y podemos dar cuerda rápidamente incluso tirando fuerte de la cuerda hacia arriba.

Rescate/grandes cargas

Este es uno de los puntos fuertes del D4 Pro: al igual que el D4 con función antipánico, el Pro permite trabajar con cargas de hasta 240 kg (¡y 240 kg en trabajos verticales son muchos kilos!).

Isc d4 pro

Gracias a ello no es necesario añadir un mosquetón de frenado durante las maniobras de rescate: se puede utilizar el dispositivo en la configuración de descenso habitual, lo que permite operar el dispositivo desde una posición más cómoda y natural. Igualmente, el mosquetón de frenado también es opcional cuando trabajamos con el aparato en una cabecera (por ejemplo durante un descenso de cargas).

A este respecto, destacar que el D4 Pro, al igual que el D4, ofrece dos zonas de frenado: una sobre el eje de los platos, esa zona de los descensores donde la cuerda tiende a colocarse por sí sola durante un descenso, y otra sobre la placa lateral.

Utilizaremos la primera configuración si tenemos mucho rozamiento en la cuerda (cuerdas de gran diámetro, viejas o sucias) y la segunda si necesitamos más capacidad de frenado.

Conclusión

Como acostumbra, ISC ha fabricado un dispositivo de una calidad excepcional. Su concepto “Pro” lo convierte en una alternativa al Rig de Petzl o al Pirata de Kong.
Si buscas un descensor sin antipánico, robusto, durable, con un funcionamiento suave, una calidad de fabricación sin igual y el peso no es problema para ti, ¡el D4 Pro no te defraudará!

A favor

  • Suavidad en descenso y ascenso excepcional
  • Calidad de fabricación sin igual
  • Ergonomía de la palanca
  • Palanca semiautomática

 En contra

  • Peso
  • Palanca «sólo» semiautomática

Para descargar

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Por Héctor del Campo

Supervisor IRATA L3, supervisor, instructor y examinador ANETVA. Soy consultor externo y actualmente trabajo como supervisor IRATA en proyectos de eólica marina de reparación de palas.

9 respuestas a «Review: ISC D4 Pro»

Durante un tiempo utilize la primera versión y me di cuenta solo funcionaba realmente bien con cuerdas nuevas o en perfecto estado, en caso contrario a veces era realmente difícil el descenso o ascenso.

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