«No tengo miedo» y «llevo toda la vida haciéndolo así y aquí estoy» son dos de los argumentos que más me toca escuchar en el tajo en el día a día. Y de verdad que los escucho con rabia. Suelen ser profesionales con mucha experiencia: fontaneros, cristaleros, albañiles, persianeros, electricistas, antenistas, técnicos de mantenimiento. Su trayectoria profesional suele ser intachable, conocen su oficio mejor que nadie. Así que ve tú a decirles que no están haciendo bien su trabajo. Que si van a sacar medio cuerpo fuera de la ventana deberían ponerse un arnés conectado a un punto de anclaje fiable por medios adecuados. Te miran con cara de sorpresa y te dicen que «los arneses son para los alpinistas». Literal.
Luego están los profesionales de los trabajos verticales que no saben que no lo son. Y no porque no sepan «jumar» a toda leche por la cuerda o hacer rescates súper técnicos. No. No son profesionales porque no trabajan con seguridad, así de simple. Porque se juegan el cuello, unos conscientemente y otros no. No son profesionales porque perjudican a los verdaderos profesionales. A esas pequeñas empresas o a esos autónomos que invierten recursos en formar a sus trabajadores, en equiparlos con el material adecuado, en dedicar el tiempo necesario en las obras en montar sistemas de seguridad eficaces… En una palabra, en cumplir con sus obligaciones profesionales.
La realidad (cruda) es que las estadísticas de siniestralidad laboral relacionadas con las caídas de altura se nutren de estos perfiles profesionales: incuestionable experiencia en el oficio e insuficiente formación en seguridad. El binomio letal. Aquí van unas fotos que ilustran esa realidad que queremos dejar definitivamente atrás.
5 respuestas a ««Los arneses son para los alpinistas»»
buen blog
Hace unos años nos tiramos dos dias para instalar unas lineas de vida para unos pintores que tenian que lucir una pared en un séptimo piso bajo un alero. El jefecillo no llevaba arnés y nos dijo la clásica: «chaval, llevo haciendo esto 45 años, ya se lo que hago». Diez minutos despues estaba reventado en el suelo. Por imbécil.
Me alegro de que te guste el blog José Antonio, muchas gracias!
Un saludo.
Felicitaciones por el blog y déjame indicarte que es de lo mejor que leo por estos medios. Muy buenos artículos y observaciones.
Sigan así.
José Antonio
A mi entender hay un problema educacional pues nos han educado desde nuestro nacimiento en base a que somos los más guapos, los más altos, los más sabios, los más fuertes …etc. De tanto repetírnoslo «Pero …que listo es mi niño» nuestras madres nos lo hemos creído, por tanto en nuestro interior hay un «Macho man» en potencia que sumado al factor prisas, al exceso de confianza y a que en muchas empresas no hay una metodología de trabajo establecida y si la hay no se cumple, hace que nos permitamos unas licencias que luego nos pueden pasar factura.