Un dispositivo tan innovador como el CMC/Harken Industrial Clutch no podía escapar a nuestro radar, así que nos hemos hecho con uno (gracias Barrabés Pro) y lo hemos puesto a prueba en diferentes escenarios y en situación real. Estas son nuestras conclusiones.
Contenido
Ficha técnica
Marca: CMC Pro/Harken Industrial
Modelo: Clutch
Cuerdas compatibles: EN 1891A- EN 892 10,5-11 mm
Carga de trabajo máxima: 272 kg
Resistencia de la polea: 40 kN
Certificaciones: EN 12841: 2006/C; EN 341: 2011/2A; EN 15151-1: 2012/8 NFPA 1983 (2017 ED) GENERAL USE; ANSI/ASSE Z359.4-2013; EN
Peso: 836 g
Concepto
El CMC Clutch pertenece a esa clase de dispositivos que irrumpen en el panorama cada cierto tiempo y que por su concepto radicalmente distinto a todo lo visto hasta la fecha vienen a ocupar un lugar propio en el mercado desde el que reinan en solitario hasta que la competencia se pone las pilas y saca al mercado algo similar; pasó con el ID y el ASAP de Petzl, el ACX de Actsafe y está pasando ahora ahora con el Maestro de Petzl y el Clutch que analizamos aquí.
La sigularidad del Clutch radica en que aúna en un mismo dispositivo las ventajas de una polea bloqueadora en maniobras de izado con las de un descensor para el control de carga, algo que hasta ahora sólo habíamos visto –obviando el MPD de la propia CMC, un producto mucho más limitado, orientado exclusivamente al rescate y sólo disponible en el mercado americano— en el Maestro de Petzl.
A diferencia del dispositivo francés, el Clutch es un producto que además ha sido diseñado como descensor personal dentro de un sistema EN 12841, es decir, un sistema de acceso por cuerda. No es que el Maestro no cumpla con dicha norma técnica —la cumple— sino que no ha sido diseñado para este propósito en particular y la experiencia de uso en este apartado —la palanca está invertida respecto a un descensor convencional para facilitar su uso desde un anclaje— es poco gratificante.
Otra interesante característica es su certificación como dispositivo de frenado en actividades deportivas según EN 15151, lo que a diferencia de la gran mayoría de descensores lo hace compatible con las cuerdas dinámicas (EN 892) que se usan en actividades de montaña.
En definitiva, el Clutch es un dispositivo en el que el término “multiuso” adquiere un significado real y es por tanto un serio candidato a convertirse en el descensor de referencia para equipos de rescate profesionales que desarrollan su actividad en una amplia variedad de escenarios.
En mano
Tamaño y peso
Digámoslo sin rodeos: el Clutch es el descensor con mayor calidad de fabricación que ha pasado por nuestras manos. ¡Y eso que aparatos como el ISC D4 y el Skylotec Sirius habían puesto la barra bien alta! Para empezar no tiene partes plásticas: el cuerpo y la palanca son de aluminio y la roldana bloqueadora y las zonas de rozamiento de acero inoxidable.
La sensación general es de compacidad y robustez. Las piezas encajan a la perfección unas con otras y los platos, por ejemplo, no muestran ninguna holgura. Su tamaño es similar al de otros descensores como el ID de Petzl o el ISC D4, si bien es significativamente más fino.
Por supuesto, esa calidad de fabricación y la ausencia de partes plásticas se traducen en un peso bastante más alto que el de los descensores convencionales (recordemos que no estamos comparando conceptos similares): 836 g frente a 600g del ID, 676 g del D4 Pro, 540 g del CAMP Giant o 510 g del Skylotec Sirius.
Ahora bien, si lo comparamos con el único dispositivo de su especie, el Maestro de Petzl, la ventaja es clara para el Clutch, ya que el dispostivo de la marca francesa alcanza un peso de 1.100 gramos.
Apertura platos
El Clutch se basa en un sistema de platos oscilantes similar al de otros descensores. Destaca muy positivamente su mecanismo de apertura: una pequeña pestaña metálica integrada en el plato superior que requiere ser activada dos veces consecutivas. Este sistema es parecido al que incorporan las poleas Rock Exotica, pero es mucho más cómodo de usar y puede ser activado con una sola mano. De lo mejor que hemos visto.
Otro punto a favor es que este mecanismo es totalmente independiente del agujero de conexión principal (al contrario de un ID, un Giant, un Sparrow o un D4, por ejemplo) y funciona sin necesidad de desconectar el dispositivo del anclaje o del arnés. Esta función nos parece básica, y de hecho la incorporan todos los descensores que han pasado por nuestras manos exceptuando, incomprensiblemente, el Maestro, algo que desde nuestro punto de vista (como ya comentamos en nuestro análisis) constituye uno de sus mayores puntos débiles (de los pocos que tiene, todo hay que decirlo).
Palanca
La palanca del Clutch tiene un tamaño que la hacen muy cómoda de usar, incluso con guantes. Su radio de giro es de unos 270º, similar al de un ID o un D4, y mucho mayor que un Sirius (90º). Su funcionamiento es suave y permite un buen control de la carga.
Sorprende sin embargo que no incluya una función de bloqueo automático, algo que ya incorporan la mayoría de descensores de última generación. No es que sea una función imprescindible —los usuarios experimentados suelen tener automatizado el gesto de cerrar palanca en cuanto se suelta y este es un aparato de rescate diseñado para un público experimentado— pero hubiera sido un punto a su favor.
Punto de conexión auxiliar
Al igual que el Maestro y el Sirius, el Clutch cuenta con una conexión auxiliar que permite principalmente confeccionar polipastos. A diferencia de estos últimos esta conexión no está ubicada en el eje del aparato sino ligeramente escorado a un lado, lo que deja un poco más de espacio para las cuerdas (rozan menos entre sí) cuando le conectamos una polea.
Descenso
Como hacemos con todos los descensores que probamos, pusimos al Clutch a prueba en descensos cortos y entornos controlados (instalaciones en naves industriales tipo centro de formación) y en tiradas largas en situación real (90 metros en este caso), algo necesario para valorar un descensor en su justa medida pues la mayoría de los dispositivos se comportan de manera muy diferente según la situación.
Y eso es precisamente lo que ocurre con el Clutch: al iniciar el descenso en una tirada de 90 metros, en lugar de activar palanca e ir soltando cuerda activa, nos vemos obligados a “alimentar” el aparato, es decir, a ayudar a que la cuerda inactiva entre en el dispositivo tirando ligeramente de ella hacia arriba.
Esto es algo habitual en descensores con función antipánico, especialmente en los que son capaces de trabajar con cargas muy elevadas (tienen una mayor capacidad de frenado, el Clutch concretamente puede manejar cargas ¡de hasta 272 kg!).
Como el peso de la cuerda inactiva (unos 6 kg en este caso) actúa como una mano sujetando dicha cuerda, es necesario “abrir más gas” con la palanca, lo que tiene como efecto que se active la función antipánico.
Este inconveniente desaparece tras 15 metros de descenso (es decir, con 75 metros de cuerda inactiva por debajo): a partir de entonces el Clutch funciona de manera perfectamente suave hasta el suelo. La función antipánico está muy bien calibrada y sólo se activa si tiramos con ganas de la palanca.
Ascenso
Ascender con un aparato que incorpora una polea en lugar de una leva que añade fricción supone un cambio radical, ya que J prácticamente podemos traccionar de la cuerda con una sola mano. El único pero es que el ascenso no es posible con la palanca en posición de bloqueo (bueno, sí es posible, pero el rozamiento es tan alto que no compensa). Esta debe por tanto colocarse en posición de desbloqueo (como en un descensor convencional. Dicho esto, no hay duda de que es el descensor que presenta mayores prestaciones en este apartado.
Manejo de cargas
Si bien el diseño del Clutch le permite ser usado como descensor personal, el terreno de juego predilecto del Clutch es el manejo de cargas conectado a un anclaje estacionario. Es aquí donde podemos disfrutar de todas las prestaciones que ofrece su particular diseño.
No hay nada mejor (con permiso del Maestro) para tensar una tirolina, izar cargas (de hasta 272 kg) o como sistema antirretorno en polipastos. Sencillamente el Clutch supera por mucho los descensores convencionales.
Destaca especialmente por su sistema de conexión al anclaje. Como decíamos al principio, al ser independiente del mecanismo de apertura de los platos facilita enormemente la maniobra que permite introducir/sacar las cuerdas. Y esto se agradece enormemente si consideramos que es una operación que se repite continuamente en cualquier maniobra de manejo de cargas/tensado de tirolinas/rescate.
El rendimiento de la polea con cuerda de 11 mm es aquí del 71% en 1:1 (polea fija) y del 85% en 2:1 (polea móvil) y 3:1. Estos valores son inferiores a los del Maestro, que obtiene un 82% y 91% (con cuerdas de 11 mm, recordémoslo) respectivamente. El dispositivo francés es aquí claramente superior.
Ahora bien, en la vida real esas diferencias no son excesivamente significativas, o al menos no tanto si las comparamos con los rendimientos de un descensor (30% y 65%), que es la alternativa desembragable que se usaba habitualmente hasta la llegada del Maestro y el Clutch.
Frente al Maestro
Llegados a este punto conviene hacer un repaso a las características que hacen que del Clutch y el Maestro sean dos dispositivos tan parecidos y distintos al mismo tiempo; si bien parten de un concepto similar (sistema de izado y descensor en un mismo dispositivo), ambos aparatos destacan en apartados diferentes, y la elección de uno u otro dependerá del uso final que le vayamos a dar.
En resumidas cuentas, si buscas un aparato exclusivamente para maniobras de manejo de cargas/rescate, el Maestro te ofrecerá mayor rendimiento y una mayor comodidad de uso de la palanca (es automática y puedes izar la carga con la palanca en posición de bloqueo), aunque una peor experiencia de uso a la hora de conectar/desconectar la cuerda del aparato (dado el peso y las dimensiones llega a ser frustrante). Es el sistema antirretorno desembragable que ofrece mayores prestaciones en anclajes estacionarios.
Si lo que buscas en cambio es un aparato para el día a día que puedas llevar colgado del arnés para usarlo como descensor personal, que te sirva para tensar tirolinas, izar cargas o asegurar un primero de cuerda, el Clutch no tiene rival y en cuanto te acostumbras a él es difícil cambiar de aparato.
Conclusión
El Clutch, es ahora mismo el descensor más polivalente que encontrarás en el mercado. Es significativamente más caro que un descensor convencional, pero a cambio tienes dos dispositivos en uno. Es eficiente, versátil, robusto y viene a dar solución a la mayoría de situaciones que se pueden dar en rescate técnico.
Granvertical agradece la cesión de estos productos a Barrabés Pro, tienda especializada en material para trabajos verticales, industria, rescate y bomberos. Además de producto ofrecen servicios como financiación a medida, revisión de EPI y permiten devolución gratuita en cualquiera de sus tiendas. Podéis echarle un vistazo aquí
4 respuestas a «CMC Clutch by Harken Industrial: Review»
Muy interesante ese Equipo, muchas gracias por compartirlo, me gustaría adquirir un equipo de ésos……me pudieras ayudar a conseguirlo?
Dejo mi número de Teléfono por si alguien me puede ayudar.mychas gracias Juan TEJEDA Guadalajara , Jalisco, México 322 220 00 39
Muy interesesante desde Argentina
Lo es José Angel! Muchas gracias, saludos.
Un dispositivo muy interesante, es un placer leer tus artículos, un abrazo Hector