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Cómo montar un rápel recuperable: 6 ejemplos prácticos

Instalar un rápel recuperable es un recurso muy útil que todo profesional de los trabajos verticales debe conocer. Recuperables básicos, con eslingas, con bloqueadores, o a prueba de errores son algunos de los sistemas que repasamos en este artículo.

Qué es

Como su propio nombre indica, consiste básicamente en un sistema de acceso por cuerdas (línea de trabajo y línea de seguridad) que puede ser desmontado/recuperado desde el suelo. También es conocido como «rápel recuperable» o «auto recuperable» y, como la mayoría de las técnicas utilizadas en trabajos verticales, procede del ámbito deportivo.

Lo habitual es que estos sistemas sean instalados desde la propia cabecera aunque habrá situaciones en las que también podrán ser montados desde el suelo, como veremos más adelante.

Cuándo se usa

Las instalaciones recuperables son de gran utilidad en diversas situaciones, principalmente en aquellas en las que el acceso a la cabecera no pueda hacerse a “pie plano”. Un buen ejemplo serían las cabeceras con acceso en progresión artificial —horizontal o vertical. Después de “meterte” 20 metros de artificial horizontal y realizar la tarea prevista, siempre será más rápido —e indudablemente más seguro— volver al suelo mediante un rápel recuperable y no teniendo que pegarse otra excursión “en artifo”de vuelta con los riesgos que este tipo de maniobras siempre implican.

Escalada artificial, aid climbing
Equipo desmontando cabeceras en artificial. Concluído el trabajo, es más rápido y seguro descender mediante un recuperable. © Héctor del Campo/Vértice Vertical

Estas maniobras —en sus versiones más básicas— forman parte del contenido formativo de estándares como IRATA o ANETVA (ambos los incluyen en el temario del nivel 2).

Limitaciones/precauciones

Por motivos de seguridad, los sistemas recuperables sólo deberían utilizarse, en principio, como medio de retirada o acceso y no como medio de trabajo. Y digo en principio porque algunas configuraciones sí que ofrecen un nivel de seguridad suficiente.

Su principal inconveniente —y no es menor— es que en los sistemas basados en cuatro segmentos de cuerda —los más sencillos y por ello también los más utilizados— existe la posibilidad de fallo total en caso de que nos conectemos a las cuerdas erróneas. Por ello, como regla general y sea cual sea el sistema utilizado, es imprescindible comprobar siempre que estamos conectados a las cuerdas de descenso y no a las de recuperación antes de suspendernos de la instalación y soltarnos del sistema de seguridad alternativo —normalmente un cabo de anclaje conectado a la estructura o a un dispositivo de anclaje.

Otro inconveniente es que algunos de los sistemas utilizados habitualmente consisten en instalaciones donde el mosquetón puede trabajar haciendo palanca contra la estructura —algo evitable como veremos más adelante. Si nos decantamos por estos sistemas será conveniente utilizar la instalación únicamente como medio de retirada.

Igualmente, si usamos el recuperable como medio de acceso —instalaciones de poca altura donde es posible lanzar las cuerdas por encima de la estructura desde el suelo—, al desconocer con exactitud el grado de abrasión de esa estructura, es recomendable optar por sistemas que incluyan una protección anti rozamiento eficaz. En este artículo esa protección está basada en eslingas metálicas, que son las que apoyan sobre el elemento cortante.

Sistemas sin eslinga

Se trata de instalaciones donde las cuerdas apoyan directamente sobre la estructura/dispositivo de los que queremos rapelar. Suponen un buen recurso cuando el nivel de abrasión/rozamiento puede ser controlado mediante protectores anti roce textiles (no mostrados en las ilustraciones para mayor claridad gráfica). Ahí van cuatro ejemplos.

Recuperable básico

Recuperable normal
© Héctor del Campo/Granvertical
© Héctor del Campo/Granvertical

Es el más sencillo y rápido de instalar. Se confecciona haciendo dos nudos (a mi me gusta el mariposa pero también valdría cualquier nudo multidireccional, como por ejemplo el siete), y conectarlos mediante un mosquetón (preferiblemente de acero, por las posibles palancas a las que pudiera estar sometido) a al menos uno de los dos segmentos de cuerda.

En caso de utilizar una sola cuerda para montar toda la instalación (en la ilustración se utilizan dos cuerdas de color diferente para mayor claridad), se deben hacer los nudos en los segmentos de cuerda que bajan a la comba, no a los a que bajan a las puntas. Si lo hacemos al contrario y solo chapamos una cuerda con cada mosquetón, las cuerdas se quedarán atrapadas cuando queramos recuperarlas (ver ilustración de la derecha).

Un buen truco para evitar sustos es conectar siempre ambos mosquetones a ambos segmentos de cuerda, de este modo podremos recuperar siempre las cuerdas independientemente de dónde hagamos los nudos.

El principal inconveniente de este sistema es —como explicaba más arriba— que existe la posibilidad de fallo total en caso de que nos conectemos a las cuerdas erróneas. ¡Así que mucho ojo!

Recuperable básico a prueba de error

Rapel Recuperable a prueba de error
© Héctor del Campo/Granvertical

La mejor manera de evitar la posibilidad de fallo total que acabamos de describir, es instalar una única cuerda de recuperación para todo el sistema. De esta manera, aunque nos equivocásemos de cuerda, siempre habría al menos una conectada bien al descensor bien al anticaídas.

Pasos a seguir:

  1. Asegurarse de que las dos puntas de la cuerda llegan sobradamente al suelo.
  2. Hacer dos nudos mariposa dejando una separación entre ambos de unos 10 cm y conectar un mosquetón encada uno.
  3. Pasar los nudos por encima de la estructura y conectar cada mosquetón a las dos cuerdas que bajan al suelo.
  4. Fijar, mediante un nudo (barrilete, ocho, etc) otra cuerda a la comba de 10 cm que hemos dejado entre los nudos mariposa. Esta será la cuerda de recuperación.

 

 Recuperable fijado a suelo

Rapel recuperable fijado a suelo
© Héctor del Campo/Granvertical

Una buena opción a la hora de montar un sistema recuperable, siempre que contemos con una persona de apoyo en el suelo es fijar los anclajes al suelo o a un estructura que podamos alcanzar desde el mismo. Se trata aquí del sistema más sencillo y, desde mi punto de vista, más recomendable siempre que contemos con apoyo desde el suelo.

Es más, incluso podríamos sustituir los nudos de los anclajes por dos descensores (o un descensor y un anticaídas deslizante), obteniendo así un sistema no sólo recuperable, sino de rescate preinstalado. El inconveniente en este caso es que necesitarás una cuerda seis veces (!) la longitud de la altura a rapelar (o dos cuerdas del triple de longitud).

 

 

Recuperable con bloqueadores

rapel recuperable con bloqueadores
© Héctor del Campo/Granvertical

Existen situaciones en las que debemos montar un recuperable sobre un punto de anclaje EN 795 A, es decir, un anclaje fijo. Por supuesto, esto sólo es posible sobre anclajes de borde redondeado, debiendo descartar las típicas chapas de escalada: su borde es sencillamente demasiado cortante y podría dañar la cuerda: recuerda que toda instalación debe, no sólo aguantar tu peso, sino soportar las cargas que se pudieran generar durante una hipotética caída que, en el peor de los escenarios, pueden alcanzar 6 kN.

Si no te queda más remedio que montar el recuperable desde una chapa o cualquier anclaje de borde cortante, siempre puedes instalar un maillón EN 362 —por cuerda— y hacer la instalación sobre él. Su ventaja frente al mosquetón es la ausencia de gatillo: en caso de que montes una instalación como la del ejemplo 1, el nudo se empotrará en el mosquetón pudiendo ejercer una peligrosa palanca sobre el gatillo, un problema que evita el uso del maillón.

La principal desventaja de este sistema es que el nudo puede acabar empotrado en el maillón impidiendo que podamos recuperar después la cuerda. Por ello se recomienda aquí hacer un nudo lo más voluminoso posible.

Por último, como curiosidad, si no tienes maillón y tampoco la posibilidad de fijar los anclajes al suelo (porque no tienes a nadie de apoyo o sencillamente porque no hay donde colocar el anclaje), como último recurso puedes instalar un recuperable con bloqueadores invertidos. Este sistema elimina el riesgo de que el nudo acabe empotrado en el maillón/anclaje.

Su principal desventaja —y que lo convierte en una opción poco recomendable— es que a la hora de recuperar las cuerdas, los bloqueadores caerán al suelo, algo fácilmente manejable con rápeles de poca altura pero más delicado en largas tiradas.

Sistemas con eslinga

En caso de que la estructura a abrazar sea muy abrasiva o cortante, los protectores textiles pueden no ser suficientes, siendo necesaria la instalación de un sistema que evite que las cuerdas apoyen sobre esa estructura directamente cuando están en tensión. Para ello, lo más efectivo es montar el sistema sobre eslingas de acero. Ahí van dos ejemplos.

Recuperable fijado a suelo

Rapel recuperable fijado a suelo con eslingas
© Héctor del Campo/Granvertical

 

Añadir protección frente al roce mediante eslingas metálicas a una instalación fijada al suelo es muy sencillo. Basta con hacer dos nudos a cada cuerda —uno a cada lado de la estructura— y fijarlos a cada uno de los cuatro mosquetones de las dos eslingas, dejando una comba suficiente entre cada nudo para que sea la eslinga la que reciba la tensión y no la cuerda.

A este tipo de protección anti roce se le conoce también como bypass, constituye una de las soluciones anti roce más eficaces y puede aplicarse a prácticamente cualquier situación que nos podamos encontrar en el día a día.

Recuperable a prueba de error con poleas

Ésta es una buena solución si no tenemos la posibilidad de montar un sistema fijado al suelo y necesitemos proteger la cuerda de un canto vivo. Para ello utilizaremos dos cuerdas, una que usaremos en doble para descender y otra como medio de recuperación (exactamente igual que en el segundo ejemplo).

Esta configuración nos deja tres cuerdas, por lo que al igual que en el ejemplo nº 2, se elimina la posibilidad de fallo total en caso de equivocarnos de cuerda a la hora de instalar descensor y anticaídas ya que siempre habrá al menos una cuerda fijada.

Rapel recuperable
© Héctor del Campo/Granvertical

Pasos a seguir:

  1. Asegurarse de que las dos puntas de la cuerda llegan sobradamente al suelo.
  2. Hacer dos nudos mariposa dejando una separación entre ambos de unos 10 cm y conectar un mosquetón en cada uno
  3. Colocar dos eslingas de acero sobre la estructura y conectar los mosquetones de un extremo a los nudos mariposa.
  4. Colocar una polea en cada uno de los segmentos de cuerda que bajan al suelo y fijarlas a los mosquetones del otro extremo de las eslingas.

NOTA: También podríamos prescindir de las poleas y pasar la cuerda directamente por el mosquetón, aunque así existe el riesgo de que el nudo se acabe empotrando en el mosquetón e imposibilite la posterior recuperación de las cuerdas. El uso de las poleas elimina aquí ese problema.

  1. Fijar la cuerda de recuperación entre los dos nudos mariposa habiéndola pasado previamente —IMPORTANTE— por encima de la estructura. Este último detalle es fundamental porque de no hacerlo tendríamos cuatro cuerdas rozando sobre la estructura durante la recuperación en lugar de dos, lo que podría imposibilitar la maniobra por exceso de rozamiento.

Recuperable a prueba de error instalado desde el suelo

Por último, señalar que este sistema también puede ser instalado desde el suelo.

rapple recuperable
© Héctor del Campo/Granvertical

Pasos a seguir:

  1. Desde el suelo, lanzar la cuerda por encima de la estructura de manera que tengamos 4 segmentos de cuerda a mano.
  2. En el lado de la comba, hacer dos nudos mariposa dejando una separación de unos 10 cm
  3. Fijar un extremo de cada eslinga a los nudos y los otros dos extremos a los segmentos de cuerda contrarios mediante las poleas.
  4. Fijar la cuerda de recuperación entre los nudos y tirar de los segmentos de cuerda que van a las puntas hasta que el sistema quede montado. ¡Y voilà!

Conclusión

Las instalaciones recuperables constituyen un recurso muy útil que todos debemos conocer. Éstas pueden ser perfectamente seguras siempre y cuando se respeten una normas básicas de seguridad y, lo más importante, se domine perfectamente su ejecución. Por ello, y al igual que ocurre con otras muchas maniobras, nunca debemos instalar un sistema si tenemos dudas sobre su funcionamiento. Y recuerda: la sola lectura de un artículo nunca podrá sustituir la formación y el entrenamiento exhaustivo necesario para ejecutar con seguridad cualquier tipo de maniobra.

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Por Héctor del Campo

Supervisor IRATA L3, supervisor, instructor y examinador ANETVA. Soy consultor externo y actualmente trabajo como supervisor IRATA en proyectos de eólica marina de reparación de palas.

19 respuestas a «Cómo montar un rápel recuperable: 6 ejemplos prácticos»

Buenos días Francisco,

Por supuesto, podrías utiizar otro tipo de bloqueadores (con norma EN 567, eso sí). Sólo matizar una cosa: en trabajos verticales, el Shunt no debe ser utilizado como anticaídas deslizante (no cumple con la norma específica, EN 12841A y Petzl emitió una circular en 2012 en ese sentido), lo que no implica que no pueda ser utilizado para otras funciones: para colgar material en una cuerda auxiliar, como bloqueador en un polipasto, y por supuesto también como bloquerador también en un sistema recuperable.

Un saludo.

Muchas gracias Luis, me alegro de que te guste el artículo.
Efectivamente, este sistema permite realizar un acceso por cuerda sin ningún problema.

Saludos.

Buenos días.
Me surge una duda en alguno de los ejemplos que citas Héctor. Cuando utilizas los bloqueadores invertidos, en el dibujo aparecen “patos” de escalada. ¿Se puede utilizar otro tipo de bloqueador que esté autorizado para trabajos verticales?
Saludos cordiales y gracias por adelantado.

Muy buen artículo Héctor, felicidades.
Pero se me plantea una duda que seguro me puedes solucionar. ¿ Este sistema de montaje de instalación desde el suelo también se puede emplear para realizar un ascenso por cuerda?.
Gracias

Una aportación muy valiosa y fundamentada, que la hace vital para quien vive en estos menesteres, gracias mil…

Alberto, Verticarlos, Carlos, Alfredo, Jorge, Francisco y Gino, muchas gracias a todos por vuestros comentarios!! Como siempre un placer compartir. Saludos!!

Entrada muy útil, muchas gracias por el blog! Yo siempre he usado el sistema con maillón, siempre llevo uno o dos ovales en el arnés y hasta ahora la maniobra no me ha dado ningún problema. Saludos.

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